HASTA QUE EL KARMA NOS SEPARE

Una de las cosas que mas llamó mi atención del yoga fue la facilidad de usarlo en el día a día ya que es super práctico. Es por esto que la base del yoga es un 99% de práctica y un 1% de teoría.

Las personas que me conocen y me rodean suelen vacilarme con expresiones como la de mi hijo “mamá la vida es algo más que yoga “, a lo que yo le sonrío y le digo “la vida es yoga “. 

Hoy voy a ir un pasito más allá al decir que para mi “todo es yoga” y eso es lo que me ayuda a tener un poco más de paz, en todos los sucesos de la vida sobre todo en esos menos agradables.

 Desde el lugar donde me encuentro como acompañante en el sendero del yoga, escucho muchas conversaciones de personas que sufren en la vida tras la pérdida, la ruptura o el abandono y nace la necesidad dentro de mi de compartir aquello en lo que creo que me ayuda a tener más calma, y que a lo mejor puede ayudar a otros a sufrir menos.

 Karma es la palabra bálsamo en estos casos donde hemos olvidado y necesitamos recordar que todo es una ilusión y que nadie tiene la culpa de lo que nos sucede. Todo lo que pasa en nuestra vida es parte del karma (familia, país donde vives, trabajo, sucesos, etc…) y cada acontecimiento es parte del trayecto que tenemos que recorrer para volver a casa. 

La palabra karma significa “acción o hecho “y es la suma de todos nuestros actos (físicos y mentales) en esta vida y en las anteriores. Pero además no solo es una acción, sino que también el resultado de esa acción. Es decir, todas mis acciones crean reacciones, toda causa tiene su efecto. Nada es accidental, ningún acontecimiento tiene lugar sin una causa, una guerra, un volcán en erupción, una epidemia, una crisis, una enfermedad, etc…por lo tanto y según esta teoría Dios no es el culpable de todo (ya cargó con la culpa demasiado tiempo) ni tampoco los demás, sino tu propio karma. Esto para mí fue liberador ya que lo que sucedía ya no dependía de nada externo ni de nadie, sino que la responsabilidad caía sobre mí. Pero también surgieron miedos sobre la repercusión que podrían tener mis viejos actos y acciones tanto las conscientes como las inconscientes, de esta vida como de otras. 

Y de nuevo el yoga volvió a poner luz en todo ello al descubrir que existen tres tipos de karma:

Sanchita, karma acumulado de otras vidas,

Prarabha, karma que me toca vivir en esta vida

Agami, karma que voy a generar en esta vida.

Puedo trabajar en el karma acumulado y en mi karma futuro, pero tendré que vivir las consecuencias de este karma presente si o si, así que ¿porque no verlo como una pequeña bendición para poder ir eliminando todos esos karmas acumulados y poder ir evolucionando en mi regreso a casa?

No existen karmas buenos ni malos solo son reacciones de mis acciones pasadas así que vamos agotar karma para poder liberarnos.

Pero además de cambiar la manera de vivir lo que sucede en tu vida lo que te propone el yoga a través del karma es que te centres en ser buena persona para poder generar un buen karma que es ahí donde si que podemos intervenir como personas, y apuntar a poder dejar de generar ningún tipo de karma a través del conocimiento de que no somos este cuerpo ni esta mente, “ no soy Silvia la profesora de yoga, mamá ni esposa” , esto solo lo disfruto pero sabiendo que los karmas pueden separarse y todo seguirá perfecto. 

Imagina empezar una relación así, que puede durar un día, 10 años o toda una vida, disfrutando del trayecto quitándole expectativas al viaje. 

Esto no quiere decir que los yoguis no suframos o seamos insensibles a la muerte, la perdida o las separaciones, sino que el proceso de sufrimiento es más corto ya que disponemos de una herramienta maravillosa para ello “YOGA”. Lloramos la pérdida sabiendo que la persona que se marcha lo hace porque ya experimentó lo que vivo a vivir y deseamos que su próxima vivencia sea maravillosa para su evolución. 

Creer en todo esto a mi me aporta paz, no tienes por qué creer en ello, pero igual te ayuda y este es el objetivo y fin de este blog y de mi camino de vida.

PAZ Y BIEN 

OM SHANTI