Es una de las prácticas más conocidas del Hatha yoga en occidente. Sus orígenes son dudosos y variopintos, algunos hacen referencia a los Vedas y otros al siglo XIX como ejercicios que practicaban los luchadores indios, estos ejercicios influyeron en Sri Krishamacharya considerado el padre del Hatha yoga actual, dando lugar al Surya Namaskar que conocemos hoy en día.
Surya Namaskar es su nombre en sánscrito; Surya es el Dios del sol y namaskar significa salutación al sol. Esta sadhana es una práctica espiritual que no solo saluda y honra al sol que nos da la vida sino a ese sol interno, esa luz que mora en todos nosotros.
La tradición hindú marca rondas de 108 saludos al sol en dirección al sol al amanecer. El número 108 es sagrado en la mitología tántrica por marcar el inicio y final de los ciclos. El 1 simboliza la divinidad, el 0 el vacío y el 8 el infinito, pero además 108 representa la distancia entre la tierra, el sol y la luna (de la tierra al sol hay una distancia de 108 veces diámetro del sol, el diámetro del sol es 108 veces el diámetro de la tierra, y entre esta y la luna hay de distancia 108 veces el diámetro de la luna). También se dice que Shiva tiene 108 nombres y que hay 108 textos sagrados, así como 108 tienen las cuentas de un mala (rosario hindú).
Los 108 saludos al sol se suelen hacer como práctica espiritual en momentos especiales que propicien el cambio como las estaciones, las lunas llenas y nuevas, el día internacional del yoga o por alguna petición personal.
Durante su práctica tiene mucha importancia la intención (sankalpa) o lo que pides, ya que no es un ejercicio físico sino una meditación en movimiento, donde la entrega debe ser completa sin esperar resultados. No solo se requiere habilidad física, sino una gran destreza mental, ya que la mente hará de las suyas durante su práctica dialogando contigo con conversaciones como: “pero que necesidad de este esfuerzo” “para que te has metido en este jaleo”, o cosas más desagradables. Lo más importante es concentrarte en un punto de enfoque en este caso tu respiración para entrar en ese estado meditativo donde trasciendes los limites de tu mente llegando a un lugar mágico dónde creces a nivel mental, físico y emocional.
Se recomienda utilizar el pranayama Ujjai durante toda su práctica y concentrarte en un drishti, utilizar una exhalación larga para recuperar y si necesitas parar durante la práctica, hacerlo en Balasana pero seguir mentalmente con la práctica hasta que te reincorpores de nuevo sin detener la cuenta de los 108 saludos al sol.
En la práctica el saludo al sol tiene cuatro niveles que iremos incorporando en la medida que lo vamos haciendo nuestro.
1. Lo primero las posturas y su enlace para saber cómo está tu cuerpo.
2. Una vez integrado movimiento, buscamos integrar respiración y movimiento
3. Cuando el movimiento fluye con la respiración, nos podemos colocar en actitud meditativa
4. Y por último llega esa fase devocional en la que te conviertes en un medio para acercar el cielo a la tierra. En esta última fase la experiencia es extraordinaria.
Este ritual es mucho más gratificante en grupo por la energía que se crea y por como el grupo nos sostiene a todos así que después de dos años de pandemia este año 2022 por fin nuestro Bosque se traslada a la Finca Marqués de Valdecilla, lugar cedido por el ayuntamiento de Medio Cudeyo el día 21 de junio para llevar a cabo como manda la tradición los 108 saludos al sol, para poder bajar el cielo aquí a la tierra.
Si crees que un mundo mejor puede crearse entre todos y el día 21 junio te coincide y resuena no dudes en venir.
Paz y bien
Silvia
