¿Navidades diferentes o soñadas?

Y por fin llega el tan deseado final de año 2020 y con él las navidades, este año diferentes, dicen los que saben o creen saber

Y la diferencia se encuentra en evitar las reuniones masivas familiares, las cenas de empresa y eventos navideños, las compras en lugares muy concurridos, los gastos innecesarios, los excesos, etc., y todo esto provocado por un virus llamado Covid19. ¿Pero había gente que disfrutaba realmente de todo eso?

Entonces me viene a la mente anécdotas de conversaciones que año tras año se repiten en mi entorno y quizás también en el tuyo, donde la navidad no es una festividad de paz y alegría sino días de estrés, donde una gran mayoría de personas, desearían pasar las fiestas en la cama y levantarse un 7 de enero. O que pasaran lo más rápido posible, ya sea por el estrés de preparar cenas y comidas, o el estrés de reuniones y fiestas sociales, o el estrés que provoca reunirte con la familia, sobre todo con esa parte con la que siempre tienes roces o que ya no están junto a nosotros. Sin olvidarnos del estrés social que te invita a comprar de manera compulsiva, invadiendo estas fechas de ruido y consumismo, arrastrándonos a la tan temida cuesta de enero donde año tras año caemos todos un poco.

Existe una actitud diferente para poder vivir las navidades, “el Dharma yoga”, un tipo de yoga creado por Sri Dharma Mittra, cuya finalidad es vivir en armonía con nosotros mismos y con los demás, promoviendo la igualdad entre todos los seres y rechazando cualquier tipo de violencia. Y no encuentro mejor momento que estas navidades del año 2020 para poder poner en práctica el Dharma yoga y crear mis navidades soñadas, siguiendo una pequeña escalera de prioridades en mi vida a la hora de darle importancia a las cosas, personas y circunstancias:

Desde mi humilde opinión este virus nos da la oportunidad de crear las navidades de ensueño, llevando el yoga a la vida real, sacando la flexibilidad de la esterilla para colocarla en la mentalidad a la hora de vivir las navidades, cultivando la paciencia y la compasión, si compartimos mesa con aquellos que más nos cuesta. Eligiendo a las personas que estarán junto a mí en la mesa y en estas fechas. Regalando cosas con sentido que hagan crecer a tus seres queridos. Siendo responsable y consciente de las compras, nadie te obliga a gastar de más en navidad. Comiendo de manera saludable, no es obligatorio comer mucho o poco saludable porque lo hagan los demás.

Puede que tu elección de navidad coincida con la de la mayoría, con esa que cree que un virus nos va robar las fiestas, pero quizá no, y ambas posturas seguirán siendo igual de válidas.

Y ahora tú ¿cómo quieres vivir las navidades de tus sueños?

Paz y bien estas navidades